Calentamiento súbito estratosférico y olas de frío
En los últimos días hemos oído hablar bastante de ola de frío, calentamiento súbito estratosférico, alta temperatura en zonas polares, etc. Así que vamos a hablar un poco sobre esto.
Antes que nada, vamos a comentar, a grandes rasgos, la circulación general atmosférica en nuestras latitudes.
Por un lado tenemos sobre la zona polar una zona con temperaturas muy bajas que van acompañadas de bajas presiones en altura, pero de altas presiones en superficie (las zonas frías generan bajas presiones en altura, pero en superficie, al ser más denso el aire frío, generan altas presiones). Así, no es raro ver potentes anticiclones invernales en zonas interiores de Rusia, pero que en altura y superficie van acompañados de temperaturas gélidas. Por otro lado, más al sur tenemos una masa de aire cálido de procedencia subtropical. En superficie esta zona genera anticiclones que en altura van acompañados de aire cálido y estable.
Entre ambas zonas encontramos una franja de transición que en altura se manifiesta por una estrecha zona con potentes vientos que circulan de oesta a este, conocido dicho flujo de aire como jet stream o corriente en chorro (como ya comentamos en esta entrada Mapas de superficie y mapas de altura).
Esta zona separa ambas masas de aire con características tan diferentes. Durante el invierno, debido a la falta de radiación solar en zonas polares, la diferencia de temperatura entre ambas masas es más acusada, lo que genera una corriente en chorro más intensa, con una circulación más al sur (sobre los 50º norte de latitud) y bastante rectilínea (lo que se conoce como circulación zonal). Durante el verano, la diferencia de temperatura entre la masa de aire cálido subtropical y la masa de aire fría polar es menos marcada lo que genera que la corriente en chorro se debilite y se desplace hacia el norte, sobre los 60-65º de latitud. En primavera y otoño la corriente en chorro muestra curvas, con lo cual el aire frío llega a zonas más al sur, generando borrascas e intensas tormentas en zonas marítimas (que garantiza aporte de humedad). Son las típicas tormentas de primavera u otoño que dejan importantes precipitaciones en zonas del levante peninsular o incluso en Canarias.
A veces, por causas no del todo conocidas, durante el invierno se produce un intenso calentamiento repentino en zonas bajas de la estratosfera polar, que se traslada a las capas bajas de la atmósfera. Este fenómeno se conoce como Calentamiento Súbito Estratosférico. Así, se producen temperaturas anormalmente altas en zonas polares. Esto hace que el aire frío polar, normalmente confinado por la corriente en chorro, sea capaz de viajar más hacia el sur, ya que el calentamiento mencionado en la zona polar debilita la corriente en chorro, haciendo que sus vientos no circulen de forma más o menos rectilínea, sino que tenga grandes entrantes hacia el sur. Estos entrantes transportan grandes masas de aire frío hacia nuestras latitudes, pudiendo generar intensas olas de frío.
Si además dichas olas de frío van acompañadas de borrascas atlánticas que aportan humedad, tendremos abundantes precipitaciones, que podrán ser de nieve allí donde la temperatura descienda lo suficiente.
En las siguientes imágenes vamos a ver representado lo que hemos comentado en esta entrada: en la primera imagen correspondiente al 27 de febrero, vemos como una "lengua" de aire cálido (cálido comparada con el aire que la rodea) se instala sobre Islandia. Esto desplaza el aire frío hacia el continente europeo, lo que ocasiona que una masa de aire gélido de procedencia siberiana se instale sobre amplias zonas de Europa (Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Polonia...). La corriente en chorro discurriría aproximadamente siguiendo la línea negra que delimita las temperaturas negativas de las positivas
En la siguiente imagen vemos una situación más "normalizada" para esta época del año. En ella la masa de aire siberiana muy fría se está retirando de Europa. Comparando la situación de Islandia en ambas imágenes, vemos como en esta segunda la temperatura a 850hPa se normaliza, volviendo a valores más bajos.
Para terminar sólo una aclaración: no siempre que se produzca una ola de frío tiene que ser a causa de un calentamiento súbito estratosférico, ni siempre que se produzca un calentamiento súbito estratosférico vamos a sufrir una ola de frío.
Antes que nada, vamos a comentar, a grandes rasgos, la circulación general atmosférica en nuestras latitudes.
Por un lado tenemos sobre la zona polar una zona con temperaturas muy bajas que van acompañadas de bajas presiones en altura, pero de altas presiones en superficie (las zonas frías generan bajas presiones en altura, pero en superficie, al ser más denso el aire frío, generan altas presiones). Así, no es raro ver potentes anticiclones invernales en zonas interiores de Rusia, pero que en altura y superficie van acompañados de temperaturas gélidas. Por otro lado, más al sur tenemos una masa de aire cálido de procedencia subtropical. En superficie esta zona genera anticiclones que en altura van acompañados de aire cálido y estable.
Entre ambas zonas encontramos una franja de transición que en altura se manifiesta por una estrecha zona con potentes vientos que circulan de oesta a este, conocido dicho flujo de aire como jet stream o corriente en chorro (como ya comentamos en esta entrada Mapas de superficie y mapas de altura).
Esta zona separa ambas masas de aire con características tan diferentes. Durante el invierno, debido a la falta de radiación solar en zonas polares, la diferencia de temperatura entre ambas masas es más acusada, lo que genera una corriente en chorro más intensa, con una circulación más al sur (sobre los 50º norte de latitud) y bastante rectilínea (lo que se conoce como circulación zonal). Durante el verano, la diferencia de temperatura entre la masa de aire cálido subtropical y la masa de aire fría polar es menos marcada lo que genera que la corriente en chorro se debilite y se desplace hacia el norte, sobre los 60-65º de latitud. En primavera y otoño la corriente en chorro muestra curvas, con lo cual el aire frío llega a zonas más al sur, generando borrascas e intensas tormentas en zonas marítimas (que garantiza aporte de humedad). Son las típicas tormentas de primavera u otoño que dejan importantes precipitaciones en zonas del levante peninsular o incluso en Canarias.
A veces, por causas no del todo conocidas, durante el invierno se produce un intenso calentamiento repentino en zonas bajas de la estratosfera polar, que se traslada a las capas bajas de la atmósfera. Este fenómeno se conoce como Calentamiento Súbito Estratosférico. Así, se producen temperaturas anormalmente altas en zonas polares. Esto hace que el aire frío polar, normalmente confinado por la corriente en chorro, sea capaz de viajar más hacia el sur, ya que el calentamiento mencionado en la zona polar debilita la corriente en chorro, haciendo que sus vientos no circulen de forma más o menos rectilínea, sino que tenga grandes entrantes hacia el sur. Estos entrantes transportan grandes masas de aire frío hacia nuestras latitudes, pudiendo generar intensas olas de frío.
Si además dichas olas de frío van acompañadas de borrascas atlánticas que aportan humedad, tendremos abundantes precipitaciones, que podrán ser de nieve allí donde la temperatura descienda lo suficiente.
En las siguientes imágenes vamos a ver representado lo que hemos comentado en esta entrada: en la primera imagen correspondiente al 27 de febrero, vemos como una "lengua" de aire cálido (cálido comparada con el aire que la rodea) se instala sobre Islandia. Esto desplaza el aire frío hacia el continente europeo, lo que ocasiona que una masa de aire gélido de procedencia siberiana se instale sobre amplias zonas de Europa (Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Polonia...). La corriente en chorro discurriría aproximadamente siguiendo la línea negra que delimita las temperaturas negativas de las positivas
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| Fuente: meteociel |
En la siguiente imagen vemos una situación más "normalizada" para esta época del año. En ella la masa de aire siberiana muy fría se está retirando de Europa. Comparando la situación de Islandia en ambas imágenes, vemos como en esta segunda la temperatura a 850hPa se normaliza, volviendo a valores más bajos.
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| Fuente: meteociel |
Para terminar sólo una aclaración: no siempre que se produzca una ola de frío tiene que ser a causa de un calentamiento súbito estratosférico, ni siempre que se produzca un calentamiento súbito estratosférico vamos a sufrir una ola de frío.
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