Nombre de borrascas y huracanes
Ana, Bruno, Felix o Gisele han sido nombres que hemos oído este invierno y que han servido para nombrar algunas borrascas. Pero ¿Por qué este invierno? ¿Quién nombra las borrascas y en base a qué criterios?
Para empezar quizás nos resulte más común ver nombres asociados a huracanes. Y es que en el Atlántico el estadounidense Centro Nacional de Huracanes (NHC) lleva décadas nombrando a los huracanes.
Pues bien, el pasado año las agencias meteorológicas de España (AEMET), Portugal (IMPA) y Francia (Météo France) decidieron coordinarse y nombrar de forma conjunta a las borrascas profundas (con capacidad de causar daños) que afecten a los territorios de dichos países.
¿Y qué pasa cuando nos afecte una tormenta que, por formarse en aguas británicas, ya tiene otro nombre? Se respetará el nombre dado por la agencia británica al igual que ocurriría en caso contrario.
De esta forma, antes de que durante el invierno comience la temporada de borrascas (desde diciembre a mayo), las agencias meteorológicas de España, Francia y Portugal publican una lista de nombres que serán utilizados con las diferentes borrascas profundas que nos afecten.
Esto mismo hace el NHC antes del comienzo de cada temporada de huracanes en el Atlántico norte (de junio a noviembre); así, ya sabemos qué nombres ha elegido el NHC para nombrar a los huracanes de esta próxima temporada; Alberto, Beryl y Chris son los tres primeros nombres de la lista.
Recordemos que borrascas y huracanes son procesos diferentes. Las borrascas se forman a partir de áreas de baja presión originadas por el contraste entre masas de aire con diferentes características (Aquí lo explicamos: Diferentes tipos de lluvia ) Es durante el invierno, cuando se dan las condiciones para la formación de borrascas en nuestras latitudes (en latitudes superiores se pueden formar borrascas fuera de los meses invernales, pero serán mucho más débiles que en invierno). Los huracanes, sin embargo, necesitan aguas oceánicas con temperatura elevada para su formación y desarrollo (como explicamos aquí: Huracanes y cambio climático ). Por ello se explica lo que hemos comentado antes: la temporada de borrascas se da en los meses invernales, mientras que la temporada de huracanes va desde finales de primavera hasta mediados de otoño.
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Para empezar quizás nos resulte más común ver nombres asociados a huracanes. Y es que en el Atlántico el estadounidense Centro Nacional de Huracanes (NHC) lleva décadas nombrando a los huracanes.
Pues bien, el pasado año las agencias meteorológicas de España (AEMET), Portugal (IMPA) y Francia (Météo France) decidieron coordinarse y nombrar de forma conjunta a las borrascas profundas (con capacidad de causar daños) que afecten a los territorios de dichos países.
¿Y qué pasa cuando nos afecte una tormenta que, por formarse en aguas británicas, ya tiene otro nombre? Se respetará el nombre dado por la agencia británica al igual que ocurriría en caso contrario.
De esta forma, antes de que durante el invierno comience la temporada de borrascas (desde diciembre a mayo), las agencias meteorológicas de España, Francia y Portugal publican una lista de nombres que serán utilizados con las diferentes borrascas profundas que nos afecten.
Esto mismo hace el NHC antes del comienzo de cada temporada de huracanes en el Atlántico norte (de junio a noviembre); así, ya sabemos qué nombres ha elegido el NHC para nombrar a los huracanes de esta próxima temporada; Alberto, Beryl y Chris son los tres primeros nombres de la lista.
Recordemos que borrascas y huracanes son procesos diferentes. Las borrascas se forman a partir de áreas de baja presión originadas por el contraste entre masas de aire con diferentes características (Aquí lo explicamos: Diferentes tipos de lluvia ) Es durante el invierno, cuando se dan las condiciones para la formación de borrascas en nuestras latitudes (en latitudes superiores se pueden formar borrascas fuera de los meses invernales, pero serán mucho más débiles que en invierno). Los huracanes, sin embargo, necesitan aguas oceánicas con temperatura elevada para su formación y desarrollo (como explicamos aquí: Huracanes y cambio climático ). Por ello se explica lo que hemos comentado antes: la temporada de borrascas se da en los meses invernales, mientras que la temporada de huracanes va desde finales de primavera hasta mediados de otoño.
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